Documento Archivo Historico

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Archivo Historico de Cúllar. Siglo XVIII

domingo, 13 de diciembre de 2015

El Real Pósito de la Villa de Cúllar.

En esta nueva entrada de nuestro blog realizaremos un recorrido histórico por esta institución pública, que sirvió durante siglos para ayudar a los labradores y vecinos del municipio a sobrevivir a las complicadas condiciones de vida, propias de una economía rural como la de Cúllar.

Esta curiosa fotografía publicada en 1911 por la editorial Espasa Calpe en su Diccionario Enciclopédico, es la imagen más antigua de lo que en otro tiempo fue el edificio del Pósito de la Villa; en la misma aparece ya transformado en el Teatro de la localidad, después de las obras llevadas a cabo por su nuevo propietario, D. Rafael María López Sebastián en 1910.

El Pósito era un organismo de carácter municipal destinado a mantener una reserva de granos, principalmente trigo y centeno, y prestarlos en condiciones módicas a los labradores para la siembra, a los panaderos para hacer pan, y en general a cualquier vecino durante los tiempos de escasez y malas cosechas.

En la Villa de Cúllar el primer edificio de esta finalidad que tenemos constancia era el viejo Pósito situado a espaldas del Ayuntamiento, al cual se entraba por la Calle Pérez. Al parecer allí se encontraba desde finales del Siglo XVI la llamada “Casa Tercia” que servía de almacén de los famoso Diezmos, tanto de los que percibía la Iglesia como los que pertenecían  el Rey, las llamadas Tercias Reales,  que no era otra cosa que un impuesto en especie (generalmente en trigo) correspondiente a la décima parte de las cosechas que los vecinos obtenían cada año.

                                    Libro de Cuentas del Pósito de la Villa
                                         (Archivo Histórico Municipal)

Con el tiempo el viejo pósito se quedó pequeño para acoger en su interior las crecidas rentas agrarias de un pueblo en expansión demográfica y de cultivos como Cúllar, y porque además se encontraba pared con pared con la Real Cárcel de la Villa, lo que provocaba muy a menudo problemas de seguridad e higiene.

 De tal manera que en 1770, ya en el reinado de Carlos III, se decidió construir un nuevo edificio, más moderno y práctico, siguiendo la corriente transformadora en cuestión de pósitos del monarca ilustrado, y para ello se eligió un lugar más amplio y de mejor acceso, en un solar situado junto a la antigua ermita de San José, actual Plaza del Pósito.

La nueva obra, valorada en 27.500 reales de la época, corrió a cargo de los propios fondos del Pósito, aunque los vecinos de Cúllar y su campo también colaboraron con una suscripción voluntaria de 1.736 reales, así como algunos jornales y peonadas de carros.

La construcción fue rematada a Alfonso Rodríguez, Maestro Aprobado de Albañilería, vecino de la Villa de la Zubia, en la referida cantidad de 27.500 reales, a pagar en tres partes iguales de 1.736 reales cada una, la primera  al iniciarse las obras, otra paga al mediar la construcción, y la tercera una vez finalizado el edificio.

    Existencias en grano del Pósito de Cúllar el año de su construcción. 

 El primer documento referente a comienzo de las obras, es de noviembre de 1770 cuando el Sr. Corregidor Subdelegado de Pósitos de la Ciudad de Baza, D. Esteban Márquez Delgado, envía una carta al Ayuntamiento cullarense en la que le insta a realizar  algunas modificaciones técnicas respecto al proyecto original: “Que para mayor comodidad, el descargador de la nueva obra del Pósito que se está construyendo, se reduzca a sólo 6 varas de largo, en lugar de las 8 con que se planteó, y que las 2 varas de diferencia se aumente a el granero o panera del centro para su mayor extensión. Haciendo Vuesas Mercedes que se efectúe así, y toda la demás obra con la solidez y firmeza debida a tal edificio y planta”.

 El 4 de junio de 1771, el edificio estaba por fin construido. El Corregidor bastetano así lo certifica “para que se pague a Alfonso Rodríguez, Maestro de Albañilería, que ha construido el nuevo Pósito de esa Villa, el importe del último tercio que se le adeuda”.

Finalmente, el 2 de Agosto de 1771 se hace acto oficial de la entrega del nuevo edificio a los responsables Depositarios del Pósito, como lo atestigua este otro documento: “Estando en este Pósito, Antonio Moreno Lorente, Diputado, y Félix Cañadas, Depositario, como Interventores que han sido en el presente año, entregaron las llaves y pertrechos del nuevo Pósito, a Torcuato Martínez Sola y Juan de Mesas Martínez, entregándoles las 3 llaves de la Puerta Principal del nuevo Pósito, las otras 3 de los 3 Graneros, otra del Cuarto Alto, otra del Archivo y otra de la Puerta de Verjas que cierra el Callejón sin salida que media entre dicho nuevo Pósito y la casa de Andrés Martínez Cuenca”.

Repartimiento de grano para la sementera de 1771 . Listado de labradores.

Así las cosas, el nuevo edificio continuo siendo de uso público y de propiedad municipal hasta principios del Siglo XX, cuando incomprensiblemente y por motivos puramente mercantiles, el Ayuntamiento de Cúllar decide vender el inmueble al rico propietario y político de la localidad D. Rafael María López Sebastián, el cual decidió reformar el viejo edificio para instalar en él un moderno teatro, y en una de sus naves laterales un casino al estilo de la época.

Así lo describía el corresponsal en Cúllar del periódico “Noticiero Granadino” en su edición del 29 de septiembre de 1910:         
                                       Teatro Circo  de  Cúllar Baza.-
“Para primeros del inmediato Octubre, quedará completamente terminado el hermoso Coliseo, con que ha dotado a esta población, el acaudalado y político popular Don Rafael María López Sebastián. En dicho Teatro Circo existen cómodas localidades, contando además con un casino que se denominará «Círculo Agrícola Industrial» que ha sido amueblado con exquisito gusto artístico.
Durante todo un año ha sido alivio para la clase obrera con la inversión de tantos jornales; se ha urbanizado con este motivo la parte alta del pueblo y además de las naturales ventajas que reporta la mayor afluencia de gente a las ferias, se cuenta con un centro de civilización y recreo que nos coloca al nivel de los países cultos.
En la próxima Feria se inaugurará habiendo sido ya contratada la renombrada Compañía Cómico-Lírica de Don José González Lemos. Con esta obra ha satisfecho las aspiraciones del vecindario, que tiene verdadera predilección por las funciones.
Además se está organizando una compañía de aficionados para dar funciones teatrales y obras de zarzuela durante todo el año y esperamos mucho de su inteligente Director Don José Velázquez de Castro, Médico Titular.
Acostumbrado el dueño del Teatro a las grandes empresas, no ha omitido medio para dar la mayor solidez y esplendor al edificio, mobiliario, decorado y cuanto ha sido necesario, siendo digno de mención el magnífico piano, por su sonoridad y artística caja.
Como el Coliseo cuenta con unas 800 localidades, permitirá una relativa rebaja de precios y no cabe dura que tendremos siempre buenas compañías como las que ya se están ofreciendo de 32 artistas, teniendo en cuenta las combinaciones de las Ferias de Huéscar, Puebla, Cúllar y Albox.”                                           
                                                                               El Corresponsal
                                       Cúllar Baza, 13 Septiembre 1910.

 Tal fue el éxito del nuevo espacio escénico y de la remodelación urbanística que sufrió aquella zona del casco urbano cullarense que, meses después, el propio Ayuntamiento decidió renombrar el callejero del barrio, en el siguiente acuerdo plenario: “Con motivo del magnífico edificio que ha construido D. Rafael Mª López Sebastián para teatro y casino, ha sufrido una verdadera transformación progresiva de ornato la parte alta del pueblo, y resultaría justo conmemorar estos trabajos poniendo a la antigua Plaza del Pósito, “Plaza del Progreso”, y a la cuesta que sube de la Iglesia hasta el viejo cementerio, “Calle del Teatro”.

A principios de la década de los años 20, tras la defenestración política de su fundador, el inmueble pasó a manos de otro influyente hombre de negocios de Cúllar, y rival político de aquel,  D. Emilio Caja Agustí, el cual lo mantuvo abierto al público hasta fechas cercanas a la Guerra Civil.

Sin duda el nuevo coliseo se convirtió en centro diversión para los vecinos del municipio, así como lugar de tertulias y recreo para los socios del colindante casino, por él pasaron decenas de compañías teatrales y de zarzuela, y sus centenarios muros fueron testigos de las primeras proyecciones cinematográficas en la localidad.

También su patio de butacas acogió actos culturales, reuniones sociales y mítines políticos, sobre todo durante el periodo de la II República Española, destacando en especial el acto electoral que tuvo lugar en febrero de 1936, y que contó con la presencia del ilustre orador, catedrático de la Universidad de Granada y Ministro de Justicia e Instrucción Pública, D. Fernando de los Ríos.

Después de la contienda civil el edificio tuvo diversos usos, entre ellos, de nuevo, el de almacén del granos del reciente creado Servicio Nacional del Trigo, y posteriormente cocheras particulares para camiones y material agrícola.

A principios del Siglo XXI el inmueble fue totalmente derribado para construir en su lugar un moderno bloque de apartamentos residenciales, que es el uso que en la actualidad tiene.

Hoy día, transcurridos casi 250 años desde la construcción del Real Pósito de la Villa, valga este pequeño trabajo para recordar a una institución municipal que durante siglos ha sido imprescindible para el mundo rural, y que con el paso de los años, su recuerdo, como su silueta, han sido cubiertos por el polvo de la historia, privando a la Villa de Cúllar y a sus convecinos,  de uno de sus edificios públicos más emblemáticos, y lo que es más triste y  lamentable, perdiendo para siempre una parte importante de nuestro patrimonio histórico y artístico.